La terminal bogotana se consolida como enlace vital para América Latina. Su modelo de gestión y expansión despierta interés internacional
El Aeropuerto El Dorado de Bogotá lidera el tráfico aéreo en América Latina en 2024 – crédito Europa Press
Ni el aeropuerto de Ciudad de México, ni el de Cancún. En 2024, fue Bogotá la que despegó con fuerza para posicionarse como la gran protagonista del tráfico aéreo en América Latina. Por primera vez, el Aeropuerto Internacional El Dorado no solo encabezó la lista regional en número de pasajeros movilizados, también en operaciones de vuelo y carga aérea, consolidando su papel como un verdadero hub continental.
El reconocimiento proviene del último informe de la división para América Latina y el Caribe del Consejo Internacional de Aeropuertos (Aci-Lac), que publicó su ranking anual con cifras cerradas de 2024. La terminal bogotana alcanzó los 45,8 millones de pasajeros, marcando un crecimiento del 16% respecto al año anterior. Pero eso no fue todo, también sumó 360.044 movimientos de aeronaves, con un incremento del 13,4%, y movilizó 809.021 toneladas de carga, lo que representa un alza del 5,1%.
La terminal bogotana encabeza el ranking regional en pasajeros, operaciones y carga aérea – crédito Colprensa
Desde Aci-Lac lo calificaron como un “crecimiento espectacular tanto del tráfico de pasajeros como el de operaciones aéreas”. Y aunque el mérito es indiscutible, el contexto regional también jugó a su favor. Los principales aeropuertos mexicanos, tradicionalmente líderes en la región registraron caídas notables. El Benito Juárez de Ciudad de México bajó un 6,3% en pasajeros, mientras que el de Cancún se redujo en 7,2%.
Esta disminución en México abrió una ventana de oportunidad que Bogotá supo aprovechar. A pesar de que en 2023 el Benito Juárez movilizó más de 48 millones de pasajeros (superando incluso la cifra actual de El Dorado), la desaceleración mexicana y el crecimiento constante de la capital colombiana permitieron el sorpasso.
Ahora, con cifras en mano, El Dorado no solo lidera, sino que marca distancia. En el rubro de pasajeros, el aeropuerto más cercano en ritmo de crecimiento fue el Jorge Chávez de Lima, con un 15,2%, seguido por el Arturo Merino de Santiago de Chile, con un 12,8%. Sin embargo, ambos manejan un volumen de pasajeros considerablemente menor al de la terminal bogotana.
El Dorado supera a los aeropuertos de Ciudad de México y Cancún tras un crecimiento récord – crédito Colprensa
Lo mismo ocurre con el número de despegues y aterrizajes. En movimientos de aeronaves, el aeropuerto limeño mostró un repunte del 11,1% y el de Santiago un 10,5%, pero sin alcanzar el nivel operativo de Bogotá, que se consolida como punto de conexión entre el norte y el sur del continente, además de su peso en vuelos domésticos.
En este mapa regional también aparece otra terminal colombiana, el Aeropuerto Internacional José María Córdova de Medellín. Aunque más modesto en comparación, se ubicó en el puesto 13 del ranking, con más de 13 millones de pasajeros movilizados en 2024. Esta cifra confirma el crecimiento sostenido de la ciudad como centro de conexión aérea en el país y el fortalecimiento de su infraestructura.
La competitividad de El Dorado no se limita a las cifras. Detrás del crecimiento hay una estrategia coordinada de inversión en infraestructura, eficiencia operativa y diversificación de rutas, tanto nacionales como internacionales. La terminal busca posicionarse como una alternativa confiable frente a los cuellos de botella en otros aeropuertos de la región, y el resultado empieza a notarse.
El aeropuerto de Bogotá movilizó 45,8 millones de pasajeros y 809.021 toneladas de carga en 2024 – crédito Colprensa
Además, el dinamismo del comercio internacional es un factor clave para consolidar el liderazgo de Bogotá en materia de carga aérea. El Aeropuerto El Dorado no solo mantiene su posición como el principal centro de carga del continente, sino que fortalece su papel estratégico en cadenas logísticas regionales y globales. Este crecimiento resulta crucial para sectores exportadores de alto valor como las flores, los productos farmacéuticos, los dispositivos médicos y la tecnología, que dependen de una conectividad rápida y eficiente para mantener su competitividad en mercados exigentes como Estados Unidos, Europa y Asia.




