El presidente Trump, cuando se le preguntó en la Casa Blanca por los vuelos, negó que se hubieran producido.
Dos bombarderos B-1 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos provenientes de Texas volaron el jueves cerca de Venezuela en el espacio aéreo internacional, lo que constituye el más reciente esfuerzo del gobierno de Donald Trump para presionar al autoritario presidente del país, Nicolás Maduro, para que abandone su nación, dijeron dos funcionarios estadounidenses que hablaron bajo condición de anonimato para discutir asuntos operativos.

Los bombarderos de largo alcance B-1, de la base aérea de Dyess, en Abilene, Texas, pueden transportar hasta 34.000 kilogramos de municiones guiadas y no guiadas, la mayor carga útil no nuclear de cualquier avión del arsenal de la Fuerza Aérea, según la hoja informativa del servicio.
El presidente Trump, cuando se le preguntó en la Casa Blanca por los vuelos, negó que estos se hubieran producido.
“No, no es correcto”, dijo. “No, es falso”.
La semana pasada, al menos dos bombarderos B-52 procedentes de Luisiana volaron durante varias horas frente a la costa venezolana, en espacio aéreo internacional, lo que un funcionario estadounidense de alto rango calificó el jueves de “demostración de fuerza”. Los B-52 pueden transportar decenas de bombas de precisión.
A principios de este mes, una unidad de élite de aviación de Operaciones Especiales del Ejército realizó vuelos en el sur del mar Caribe, cerca de la costa de Venezuela. Los helicópteros, pertenecientes al 160.o Regimiento de Aviación de Operaciones Especiales, realizaban misiones de entrenamiento, no ensayos para una posible acción militar dentro de Venezuela, dijeron oficiales militares.
Eric Schmitt es corresponsal de seguridad nacional para el Times. Lleva más de tres décadas informando sobre asuntos militares y antiterrorismo en Estados Unidos.
 
			 
			