Don Bacon, el representante republicano que no le teme a Trump

Don Bacon, el representante republicano que no le teme a Trump

En el Congreso de EE. UU., con una mayoría republicana que se ha mostrado reacia a oponerse a Trump, el representante por Nebraska es uno de los últimos de una especie en vías de extinción.

Credit…Kenny Holston/The New York Times

El representante Don Bacon, republicano por Nebraska, ha acusado públicamente al presidente Donald Trump de tratar a Rusia con “guantes de terciopelo”, lo ha criticado por desmantelar AmeriCorps y ha cuestionado su poder para imponer aranceles sin la aprobación del Congreso.

Ha dicho que es “inaceptable” que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, use Signal para compartir operaciones militares delicadas. Y fue el único republicano de la Cámara que votó “no” a un proyecto de ley para cambiar el nombre del golfo de México por “golfo de América”. Dijo que le parecía una estupidez.

La inclinación de Bacon a discrepar públicamente con el mandatario lo convierte en una anomalía en la tribal Conferencia Republicana de la Cámara de Representantes, en la que los miembros tienden a alinearse con la agenda de Trump y buscan activamente maneras de demostrarle su lealtad. En un Congreso dirigido por los republicanos que se ha mostrado reacio a oponerse a Trump en casi cualquier tema, el representante de Nebraska es uno de los últimos políticos de una raza en vías de extinción en su partido. Y sus declaraciones y acciones recientes sugieren claramente que podría ir camino a la salida.

En una entrevista realizada hace algunos días en su despacho, Bacon, que a sus 61 años cumple su quinto periodo en el Congreso, no quiso decir si el año pasado votó por Trump. También comparó a los miembros de su partido con personas que siguen a alguien por un precipicio, se comparó con Winston Churchill hablando en contra de Adolf Hitler en la década de 1930 y criticó al multimillonario magnate de la tecnología Elon Musk, quien ha financiado a muchos de sus colegas republicanos.

“En cierto modo lo culpo de ese desastre”, dijo sobre Musk, refiriéndose al hecho de que el magnate exhortara a los republicanos a fines del año pasado a echar por tierra un acuerdo de gastos cuya intención era evitar el cierre del gobierno.

Un hombre canoso de traje gris oscuro y corbata azul caminaba por el Capitolio mientras hacía un gesto con el pulgar hacia arriba. Un hombre con una cámara de televisión lo observaba en el fondo.
Bacon caminaba por el Capitolio el mes pasado, después de que la Cámara de Representantes aprobara el proyecto de ley de política de Trump.Credit…Kenny Holston/The New York Times

Por un lado, Bacon está haciendo una afirmación bastante obvia: Musk sí desempeñó un papel crucial en el fracaso del proyecto de ley de gastos. Pero es el tipo de afirmación obvia que estos días la mayoría de los republicanos del Capitolio no están dispuestos a hacer por miedo a arriesgar su futuro político, ya que Musk amenaza con tomar represalias contra quien no vote como él cree que debería hacerlo.

En las próximas semanas, Bacon, quien representa a un distrito de centro en el estado de Nebraska, que por lo demás es sumamente rojo, donde tanto el expresidente Joe Biden como la exvicepresidenta Kamala Harris ganaron por más de 4 puntos porcentuales, tiene previsto anunciar si volverá a postularse a un sexto mandato en el Congreso.

Su retiro sería una buena noticia para los demócratas que durante mucho tiempo han considerado que el Segundo Distrito Congresional de Nebraska es una de sus mejores oportunidades para obtener un escaño. Hasta ahora, han sido rechazados sistemáticamente debido a la fuerte imagen independiente de Bacon y a su singular fortaleza electoral. El mes pasado, un demócrata desbancó a un republicano de tres mandatos en las elecciones por la alcaldía de Omaha. A la mañana siguiente de que se confirmara esa victoria, el representante Hakeem Jeffries, demócrata por Nueva York y líder de la minoría, dijo ante el caucus demócrata de la Cámara que estaban oficialmente “a la espera de la jubilación de Don Bacon”, y la sala estalló en vítores, según una persona familiarizada con la reunión.

Bacon no quiso hablar de sus planes, pero su reciente historial de críticas a Trump y Musk parecería indicar que no tiene en mente una campaña de reelección. Sin embargo, en la entrevista dijo que no había renunciado a la política ni al Partido Republicano.

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Tres letreros electorales sobre un césped: uno promovía a Don Bacon, otro tenía un dibujo de un pacman con pelo de Donald Trump a punto de comerse un círculo azul, y el tercero promovía a Trump y Vance.
En 2024, los demócratas esperaban convertir a Omaha, que está en el distrito de Bacon, en un “punto azul” dentro de un estado que, por lo demás, es rojo.Credit…Mario Tama/Getty Images

“Me gustaría pelear por el alma de nuestro partido”, dijo Bacon, sentado en su despacho mientras la alianza de alto riesgo entre Trump y Musk se disolvía en tiempo real en las redes sociales. “No quiero ser quien sigue al flautista al precipicio. Creo que eso es lo que está pasando ahora”.

Tampoco le interesa seguir el camino de los exrepresentantes Adam Kinzinger (por Illinois) o Liz Cheney (por Wyoming) y romper limpiamente con un Partido Republicano que ya no refleja muchos de sus valores.

“No se puede estar en contra de todo”, dijo. “Me gusta lo que ha hecho el presidente en la frontera, así que no tengo ningún problema con eso”.

También le gusta ser negociador.

“No me gusta votar ‘no’”, dijo. “Me gusta arreglar las cosas”.

Por el momento se encuentra presionando a los líderes republicanos para que rechacen una propuesta del gobierno de Trump de recuperar 400 millones de dólares del Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del Sida, el programa de salud mundial iniciado por el presidente George W. Bush al que se atribuye haber salvado más de 25 millones de vidas en todo el mundo. La propuesta forma parte de un paquete de recortes de gastos de 9000 millones de dólares que la Casa Blanca envió al Capitolio la semana pasada y que los líderes republicanos de la Cámara de Representantes tienen previsto someter a votación esta semana.

“Les dije que mi voto será no”, dijo Bacon sobre el proyecto de ley. “Solo quiero asegurarme de que financiamos la medicina. Queremos prevenir el sida, es un programa noble, es el legado de George Bush. Dejé clara mi posición; ya veremos”.

Bacon, un hombre apacible del Medio Oeste estadounidense con una media sonrisa permanente en la cara, es demasiado conservador tradicional como para haber votado alguna vez por la exvicepresidenta Kamala Harris. Sin embargo, no quiso decir si había votado por Trump.

Esta no es una postura normal para un republicano en 2025. Pero con el paso de los años, y luego de haber repelido consistentemente tanto a retadores de la derecha como a demócratas para conservar su escaño, Bacon se ha ido sintiendo más seguro de que puede conservar una relativa independencia y no sufrir consecuencias políticas.

Los líderes de la Cámara le han rogado que se guarde sus opiniones, diciéndole, como lo plantea Bacon, “que deje de estar fastidiando al presidente Trump”.

En respuesta, Bacon dijo que les ha asegurado: “Solo lo haré cuando crea que es necesario”.

Esto ocurre cada vez con más frecuencia.

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Un hombre hablaba ante un micrófono en un podio. Un rótulo frente a él dice Mr. Bacon.
Bacon, exgeneral de brigada de la Fuerza Aérea, en una reciente audiencia del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes.Credit…Haiyun Jiang para The New York Times

En la entrevista, Bacon dijo que estaba decepcionado de Hegseth, porque “espero que los líderes asuman su responsabilidad”.

Se enfadó por las afirmaciones del vicepresidente JD Vance de que Dinamarca “no ha sido un buen aliado” para Estados Unidos. “Los daneses han perdido más personas per cápita en Afganistán que ningún otro país”, dijo. “¿Y decir que no han sido un buen aliado? Ellos estaban con nosotros al 100 por ciento, y no fue justo”.

Dijo que se oponía a la decisión de Trump de retirar las protecciones contra la deportación a miles de afganos en Estados Unidos.

“Esos tipos lucharon a nuestro lado, tenemos un acuerdo con ellos”, dijo. “Para mí, no es una decisión moralmente correcta”.

Y advirtió que si Rusia se apodera de Ucrania, eso definirá todo el legado de Trump. “El presidente Trump siempre será conocido como el presidente que hizo caer a Ucrania”, dijo.

Tampoco está dispuesto a dejar pasar algunas de las cosas menos importantes, rompiendo con algunos de sus colegas republicanos que, según dijo, han tratado de convencerlo para que elija sus batallas.

Sobre el cambio de nombre del golfo de México, dijo: “Pensé que era una tontería. Eso es lo que me decía la gente. Decían: ‘Es tan tonto; solo vota a favor y ya’. Ese argumento no funcionó conmigo”.

En un universo alternativo en el que hubiera más apetito por un republicano dispuesto a romper con Trump, Bacon tiene el tipo de temperamento e historial que podrían permitirle soñar con una postulación a la presidencia.

Bacon, quien creció en una granja de Illinois, sirvió durante casi tres décadas en la Fuerza Aérea estadounidense, alcanzando el rango de general de brigada y especializándose en inteligencia y guerra electrónica.

El autodenominado republicano reaganiano ha servido en la Cámara de Representantes durante ocho años, ganando sistemáticamente un distrito que se centra en Omaha, el “punto azul” en un estado por lo demás rojo.

Bacon dijo que sí ha pensado en postularse para presidente, haciendo una comparación entre su propia posición, bastante independiente dentro de un partido tribal, y la de Churchill durante la década de 1930, cuando el gobierno británico seguía una política de apaciguamiento hacia la Alemania nazi.

“Nunca se sabe; las cosas cambian”, dijo. “Ahora mismo, probablemente no. Pero Winston Churchill, quien es uno de mis héroes, fue muy impopular entre 1932 y 1940 porque era antinazi. Pero en 1940, dicen: ‘¿Quién era el único que sabía lo que estaba pasando?’”

Bacon dijo que su trabajo soñado sería servir en un gobierno republicano en un puesto a nivel de gabinete.

“Si tuviera una oportunidad ideal, algún día me encantaría trabajar en un gobierno como director de Inteligencia, secretario de Defensa o de la Fuerza Aérea”.

En el gobierno actual, eso es muy poco probable. Pero si su lado independiente le cuesta esas oportunidades, Bacon dijo que no tendría ningún problema.

“Prefiero pasar a la historia como alguien que estuvo en el lado correcto de estas cosas”, dijo.

Annie Karni es corresponsal del Congreso para el Times. Escribe artículos y perfiles, centrándose recientemente en el liderazgo republicano de la Cámara de Representantes.