Sacerdote fue hallado con la prometida de un feligrés en la casa parroquial: ¿puede ser destituido de su cargo por violación del celibato?

Un video difundido en redes sociales muestra al padre Luciano Braga Simplício, de la parroquia Nossa Senhora Aparecida, en compañía de la prometida de un feligrés dentro de una casa parroquial de Nova Maringá, municipio ubicado a 392 kilómetros de Cuiabá, Brasil.

El hecho generó debate entre los habitantes de la ciudad, y suscitó cuestionamientos sobre las posibles sanciones eclesiásticas.

Según la información publicada por g1, el sacerdote fue grabado el lunes 13 de octubre junto a la mujer en el inmueble religioso. Las imágenes registran al prometido derribando las puertas del dormitorio y del baño después de que el cura se negara a abrirlas, mientras la mujer aparece llorando bajo el lavabo.

En una grabación de audio atribuida a Braga Simplício, y compartida por vecinos, el sacerdote asegura que “solo le pidió permiso para usar la habitación y ducharse”, negando cualquier tipo de relación con la joven. Hasta la última actualización del reporte, el religioso no había respondido a las consultas directas del medio.

Para esclarecer la forma en que la Iglesia Católica trata los casos de violación del voto de celibato, el medio consultó el Código de Derecho Canónico de 1983, promulgado por el Papa Juan Pablo II. Este documento establece que los sacerdotes del rito latino no pueden mantener vínculos románticos o sexuales. La infracción de ese compromiso se considera una falta grave, con repercusiones sobre la credibilidad del clero y el testimonio eclesial ante la comunidad.

El Código prevé sanciones proporcionales a la gravedad del hecho: desde una amonestación formal hasta la suspensión de las funciones clericales. En situaciones más severas o repetidas, el castigo puede incluir la reducción al estado laico, medida que implica la pérdida oficial del ministerio sacerdotal.

La Diócesis de Diamantino (MT), responsable de la comunidad donde ejerce Braga Simplício, confirmó que abrió una investigación interna el martes 14 de octubre para evaluar su conducta. La decisión final sobre el futuro del sacerdote corresponde al obispo diocesano, quien determinará si el caso se resolverá en el ámbito local o si será remitido a la Congregación para el Clero del Vaticano.

El Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de Cuiabá fue consultado sobre el proceso, pero declinó hacer comentarios, señalando que situaciones de esta naturaleza se analizan bajo “secreto oficial”.

En paralelo, la Policía Civil informó que la mujer, de 21 años, presentó el mismo lunes 13 de octubre una denuncia por difusión indebida de imágenes, tras la publicación del video en redes sociales.

Además de las acciones disciplinarias, la Iglesia busca acompañar tanto al clero como a la comunidad afectada para restaurar la confianza y reparar el escándalo, aunque las medidas dependerán del resultado de la investigación y de la verificación de los hechos, incluyendo el consentimiento y la posible reincidencia.