La Administración del Seguro Social envió un correo electrónico con información incorrecta sobre las disposiciones en la nueva ley. Aquí te explicamos qué implica realmente.

En un correo electrónico de celebración enviado a los estadounidenses de todo el país, la Administración del Seguro Social (SSA, por su sigla en inglés) elogió el extenso proyecto de ley presupuestaria y fiscal del gobierno del presidente Donald Trump y dijo que este eliminaba los impuestos federales sobre la renta de la mayoría de las prestaciones de los jubilados.
Pero eso no es exactamente lo que hace el proyecto de ley.
Muchos jubilados no tardaron en darse cuenta, y varios me escribieron a mí y a otros colegas para cuestionar algunas de las declaraciones de la agencia, al tiempo que señalaban lo que les parecía un lenguaje inusualmente partidista.
El apoyo de la agencia a la ley, que fue promulgada por el presidente Trump el viernes, tampoco concuerda con el efecto que se espera que esta tenga sobre la salud financiera del programa. Se prevé que la ley debilite aún más los ingresos del Seguro Social en un momento en que este ya se enfrenta a un déficit de financiación.
Eliminar los impuestos sobre el Seguro Social, junto con los impuestos sobre las propinas y las horas extras, fue una de las promesas de campaña frecuentemente repetidas por Trump.
El correo electrónico, enviado el jueves, decía que la nueva ley “incluye una disposición que elimina los impuestos federales sobre la renta de las prestaciones del Seguro Social para la mayoría de los beneficiarios” y, “además, proporciona una deducción mejorada para los contribuyentes de 65 años o más”.
Pero la deducción mejorada ayudará a reducir los impuestos de los hogares sobre sus ingresos totales, incluidos los del Seguro Social. “La declaración de la SSA da a entender que hay un recorte fiscal directo sobre las prestaciones del Seguro Social”, dijo Howard Gleckman, investigador principal del Centro de Política Fiscal, un grupo de reflexión no partidista, “cosa que no es así”.
En cambio, los declarantes solteros de mayor edad obtendrán la deducción adicional de 6000 dólares (12.000 dólares para las parejas), siempre que sus ingresos no superen un determinado límite (por debajo de 75.000 dólares para los declarantes solteros o de 150.000 dólares para los casados que declaren en conjunto). Por encima de esos niveles de ingresos, la deducción empieza a disminuir, y desaparece una vez que los ingresos de los contribuyentes solteros alcanzan los 175.000 dólares (250.000 dólares para las parejas).
La deducción adicional tampoco ayudará a todos los beneficiarios del Seguro Social. Los jubilados de 62 a 64 años no tienen derecho a ella.
Y dado que los ingresos de más de la mitad de los beneficiarios del Seguro Social son demasiado bajos para ser gravados de todos modos, las personas con ingresos más bajos no recibirán mucha ayuda. Se espera que la nueva exención beneficie a los hogares de clase media y media-alta, dijeron los expertos en política fiscal. (Los beneficiarios que ganan menos de 63.300 dólares deben un promedio del 1 por ciento de sus prestaciones del Seguro Social en impuestos, según un análisis del Centro de Prioridades Presupuestarias y Políticas).
“Es desalentador que el gobierno y la Administración del Seguro Social tergiversen tanto la información”, dijo Martha Shedden, presidenta de la Asociación Nacional de Analistas Registrados de la Seguridad Social, un grupo que ofrece orientación a los consumidores y a los profesionales financieros para tomar decisiones sobre la Seguridad Social.
El Centro de Política Fiscal calcula que menos de la mitad de los adultos mayores, la mayoría de los cuales ganan entre 50.000 y 200.000 dólares, obtendrán algún beneficio de la nueva deducción, aunque la mayoría de ellos todavía deberán pagar algunos impuestos, añadió Gleckman.
Con la ley actual, se calcula que el 64 por ciento de los beneficiarios no debían impuestos sobre su prestación del Seguro Social, y la nueva deducción elevaría esa cifra al 88 por ciento, según un análisis de junio del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca.
Frank Bisignano, comisionado de la agencia del Seguro Social, dijo en el correo electrónico: “Al reducir significativamente la carga fiscal sobre las prestaciones, esta legislación reafirma la promesa del presidente Trump de proteger el Seguro Social y ayuda a garantizar que las personas mayores puedan disfrutar mejor de la jubilación que se han ganado”.
El correo electrónico también dice que “casi el 90 por ciento de los beneficiarios ya no pagarán impuestos federales sobre sus prestaciones”. Esto también es engañoso, porque la deducción es temporal y solo estará en vigor durante los ejercicios fiscales de 2025 a 2028. La Administración del Seguro Social no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
El cambio también debilitará las finanzas del programa. Además del impuesto sobre las nóminas, que es esencial para el programa, la tributación de las prestaciones del Seguro Social aporta ingresos a los fondos fiduciarios del programa. La tributación de las prestaciones comenzó en 1983, en un esfuerzo por estabilizar las finanzas del Seguro Social, y es el tipo de medida que algunos legisladores dicen que se necesita de nuevo ahora.
El fondo fiduciario de jubilación del Seguro Social ya se enfrentaba a un déficit de financiación que, si no se solucionaba, recortaría las cruciales prestaciones mensuales de millones de jubilados en un 23 por ciento en 2033. Se prevé que el proyecto de ley del gobierno de Trump traslade esa fecha a 2032 y profundice los recortes de las prestaciones en aproximadamente un punto porcentual, según un análisis reciente del Comité para un Presupuesto Responsable, un grupo no partidista que aboga por reducir los déficits.
Ello se debe a que la nueva ley reduce la cantidad de ingresos depositados en el fondo fiduciario del Seguro Social, al disminuir el número de estadounidenses mayores que pagan impuestos sobre sus prestaciones y recortar las tasas con las que se gravan algunas de sus prestaciones. (La ley también reduce los ingresos depositados en el fondo fiduciario de Medicare).
“El proyecto de ley no pondrá fin a la tributación de las prestaciones, pero recortará esos impuestos y, en consecuencia, acelerará la inminente insolvencia del Seguro Social y de Medicare”, dijo Marc Goldwein, director principal de políticas del Comité para un Presupuesto Responsable. El año “2032 está a la vuelta de la esquina, y no estamos preparados”.
Tara Siegel Bernard escribe sobre finanzas personales para el Times, con temas que van desde el ahorro para la universidad hasta hacer aportaciones para la jubilación.