¿Cómo llegó un puré de manzana contaminado con plomo a las tiendas en EE. UU.?
Sobres de puré de fruta con manzana y canela de WanaBana estaban entre los tres productos fabricados en una planta de Ecuador que se descubrió que estaban contaminados con plomo el año pasado.
Los registros indican que es probable que la canela del puré se haya contaminado con plomo al ser triturada en un molino de especias en Ecuador. La FDA no hizo pruebas para esta toxina.
ORIGINAL NOTE: https://www.nytimes.com/es/2024/03/01/espanol/plomo-pure-manzana-ecuador.html
Por Christina Jewett y Will Fitzgibbon
Este artículo se desarrolló en colaboración con The Examination, una redacción sin fines de lucro que cubre la salud pública mundial.
Unos sobres de puré de manzana con sabor a canela que el año pasado se vendieron en tiendas de abarrotes y establecimientos de productos de precios bajos envenenaron a cientos de niños estadounidenses con dosis extremadamente altas de plomo. A los ansiosos padres no les quedó más que estar atentos en caso de que se presentaran señales de daño cerebral, retrasos en el desarrollo y convulsiones.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) señaló que, según un grupo de investigadores ecuatorianos, lo más probable es que un molino de especias haya sido responsable por la contaminación e indicó que se tomaron acciones rápidas para retirar 3 millones de sobres de puré de manzana y proteger el suministro de alimentos.
No obstante, The New York Times y The Examination, una organización sin fines de lucro que publica noticias sobre amenazas a la salud, obtuvieron cientos de páginas de documentos y realizaron entrevistas con funcionarios gubernamentales y empleados de empresas de varios países que muestran que, en las semanas y meses previos a la retirada del producto, el puré de manzana contaminado pasó por una serie de controles del sistema de seguridad de alimentos implementado para proteger a los consumidores estadounidenses.
Los documentos y entrevistas constituyen el análisis más claro hasta la fecha de la exposición tóxica más generalizada de alimentos comercializados para niños pequeños que ha sucedido en décadas. Niños de 44 estados comieron el puré de manzana contaminado, parte del cual contenía niveles extraordinariamente elevados de plomo.
En varias ocasiones, el puré de sabor a canela que estaba contaminado no se sometió a ninguna prueba, por lo que no se descubrió su nivel de toxicidad, debido a que la FDA está bajo demasiada presión y la legislación de seguridad de alimentos les da gran libertad a las empresas, tanto nacionales como extranjeras, para decidir qué toxinas buscar y si es necesario hacer pruebas.
“Es sorprendente, en el peor sentido, lo catastrófico de este error”, comentó Neal Fortin, director del Instituto para la Legislación y los Reglamentos Alimentarios de la Universidad Estatal de Michigan. “En gran medida, el sistema regulatorio del suministro de alimentos se basa en un sistema de honor”.
La canela fue cultivada en Sri Lanka y se envió a Ecuador, donde se molió para producir el polvo. Según la FDA, es probable que ahí se haya contaminado con cromato de plomo, un polvo que algunas veces se usa de manera ilícita para teñir o aumentar las especias.
Luego, la canela molida fue comercializada, empacada y la volvieron a vender a una empresa llamada Austrofood, que la mezcló con un puré de manzana y la envió en sobres a Estados Unidos. Se vendió con la marca WanaBana y otras marcas propias de algunas tiendas.
Austrofood nunca analizó la canela ni el puré de manzana contaminado en busca de plomo antes de enviar su producto a Estados Unidos. La empresa señaló que un proveedor emitió un certificado en el que afirmaba que la canela estaba virtualmente libre de plomo, según muestran los registros respectivos. Negasmart, el proveedor, emitió un comunicado en el que no se refirió a esa certificación, pero sí subrayó que había cumplido con los reglamentos y estándares de calidad aplicables.
La FDA puede inspeccionar a las empresas extranjeras de alimentos que envían embarques a Estados Unidos, pero, aunque las importaciones de alimentos se dispararon a niveles récord en 2022, las inspecciones internacionales no estuvieron ni siquiera cerca de cumplir los objetivos establecidos por la ley.
Los registros muestran que ningún inspector estadounidense había visitado Austrofood en cinco años.
“Las empresas tienen la responsabilidad de tomar medidas para verificar que los productos que elaboran no estén contaminados con niveles peligrosos de metales pesados”, indicó en un comunicado Jim Jones, el funcionario de mayor rango de la FDA en la división de alimentos. “La tarea de la agencia es ayudar a la industria a cumplir y a exigirles cuentas a quienes evaden los requisitos, de ser necesario”.
La FDA afirma que no cuenta con ninguna autoridad para investigar los primeros eslabones de la cadena internacional de suministros. Los registros muestran que el gobierno de Ecuador sí estaba facultado para hacerlo, pero no tenía capacidad para esa tarea. Los reguladores ecuatorianos nunca antes habían hecho pruebas para detectar toxinas en la canela. Cuando la FDA se puso en contacto para solicitar su ayuda, casi la mitad del equipo de laboratorio del gobierno estaba descompuesto, explicó Daniel Sánchez, director de la agencia de seguridad alimentaria de Ecuador.
La intención de las auditorías privadas de seguridad que solicitan los importadores estadounidenses es proporcionar otra capa de protección. Desafortunadamente, por lo regular las auditorías solo buscan los peligros que los propios importadores han identificado.
Ninguno de los importadores indicó si consideraba que el plomo era un riesgo o si hizo alguna prueba para detectarlo, y se desconoce qué medidas tomaron, si es que lo hicieron. El hecho es que ninguna acción le bloqueó el paso al puré de manzana. Los registros muestran que un auditor le otorgó al fabricante del puré de manzana una calificación de seguridad de A+ en diciembre, cuando ya había niños estadounidenses envenenados.
La FDA tiene las facultades necesarias para someter a pruebas los alimentos que llegan a la frontera. No hay ninguna señal de que alguien haya analizado el puré de manzana cuando llegó a los puertos de Miami y Baltimore. Los inspectores realizan alrededor de la mitad de las pruebas de este tipo que hacían hace una década.
La FDA señaló que planea analizar el incidente y determinar si necesita solicitar que el Congreso le otorgue nuevas facultades para evitar enfermedades en el futuro.