Daniel Ortega expulsa a la Cruz Roja Internacional
Daniel Ortega expulsa a la Cruz Roja Internacional que da por finalizada su misión humanitaria en Nicaragua
Este lunes, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció el cese de su labor humanitaria en Nicaragua, luego de que las autoridades del país solicitaran el cierre de su oficina en Managua. En un comunicado emitido desde Ciudad de México, la delegación del CICR confirmó el fin de su misión en el territorio nicaragüense.
El retiro del CICR se produce meses después de la expulsión, en marzo de 2022, del delegado del organismo en Nicaragua, Thomas Ess, por parte del gobierno del presidente izquierdista Daniel Ortega. La relación entre el CICR y Ortega se había deteriorado desde enero de 2019, cuando ambos firmaron un acuerdo para permitir visitas a personas detenidas. La misión humanitaria del CICR, iniciada un año antes, incluía visitas carcelarias y el respaldo a la Cruz Roja local, que fue clausurada por el Congreso de Nicaragua.
Además de las visitas a personas en detención, el CICR se enfocaba en facilitar el contacto entre los detenidos y sus familiares, así como en capacitar a las fuerzas de seguridad en la aplicación del Derecho Internacional Humanitario. La clausura de la Cruz Roja nicaragüense por parte del Congreso, en mayo de este año, marcó un hito en medio de acusaciones de violaciones a la neutralidad en las manifestaciones.
El comunicado del CICR para México y América Central reiteró la disposición del organismo para reanudar el diálogo y la acción humanitaria en Nicaragua, a pesar de las circunstancias actuales.
Nicaragua ha sido escenario de una serie de acciones gubernamentales que han generado preocupación internacional. Más de 2,000 organizaciones privadas, incluyendo gremios empresariales y universidades católicas, han sido proscritas acusadas de violar las leyes. En junio de 2022, el Congreso cerró la Academia Nicaragüense de la Lengua y otras 82 organizaciones no gubernamentales.
La semana pasada, Nicaragua retiró su embajador en Buenos Aires después de la llegada a la presidencia argentina de Javier Milei, quien ha criticado repetidamente al gobierno de Ortega. Además, la renuncia de Karen Celebertti, dueña de la franquicia local de Miss Universo, tras la victoria de la nicaragüense Sheynnis Palacios, generó tensiones, con acusaciones de “conspiración”, “traición a la patria” y “lavado de dinero” por parte de la Policía nicaragüense.
Estos eventos recientes subrayan la creciente tensión política y la erosión de las relaciones internacionales de Nicaragua bajo el gobierno de Daniel Ortega.