Un gusano que se comió parte de su cerebro causó problemas de memoria al candidato presidencial
El sobrino de JFK se presenta a las elecciones de EE.UU. como independiente. ‘The New York Times’ revela ahora detalles sobre su salud
En el turbulento viaje de la vida, algunos desafíos son más oscuros y desconcertantes que otros. Tal es el caso del abogado y candidato independiente a la presidencia de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., sobre cuya salud se han conocido recientemente detalles importantes.
Un artículo en exclusiva de ‘The New York Times’ arroja luz sobre sus desafíos más recientes y las sorprendentes revelaciones médicas que han marcado su camino político de los últimos años.
En 2010, Kennedy comenzó a experimentar pérdida de memoria y neblina mental tan severas que un amigo temió que tuviera un tumor cerebral.
Su odisea médica parecía resolverse cuando, según una declaración pasada a la que ha tenido acceso el citado medio norteamericano, varios médicos observaron una mancha oscura en sus escáneres cerebrales y concluyeron que tenía un tumor.
Sin embargo, el giro de guion que faltaba no tardó en llegar. Antes de someterse a una operación en el Centro Médico de la Universidad de Duke, una llamada telefónica lo detuvo en seco: un médico del Hospital Presbiteriano de Nueva York tenía una opinión diferente: creía que Kennedy tenía un parásito muerto en su cabeza.
Un gusano muerto en el cerebro
La sorprendente revelación dejó atónito a Kennedy, quien describió de este modo el hallazgo en la citada declaración: «La anormal visión de mis escaneos fue causada por un gusano que entró en mi cerebro, se comió una parte de él y luego murió».
Este diagnóstico desconcertante marcó el comienzo de una lucha contra adversidades que, aunque no le impidieron seguir adelante con su carrera política, dejaron una marca indeleble en su viaje: «Claramente tengo problemas cognitivos. Tengo pérdida de memoria a corto plazo y tengo pérdida de memoria a largo plazo que me afecta», reconoció en la declaración.
A lo largo de los años, Kennedy se ha enfrentado una serie de problemas de salud de mayor o menos índole, algunos de los cuales no habían sido revelados previamente, incluyendo el parásito cerebral.
Además, ha lidiado con la fibrilación auricular, una anomalía del ritmo cardíaco que aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular o insuficiencia cardíaca. Aunque en una entrevista reciente con ‘The Times’ afirmó que no había tenido episodios de fibrilación auricular en más de una década y creía que la condición había desaparecido.
El diagnóstico adicional de intoxicación por mercurio, probablemente debido a la ingestión excesiva de pescado y marisco -que contienen este metal-, agregó más desafíos a su trayectoria.
Kennedy describió problemas cognitivos, pérdida de memoria a corto y largo plazo, así como «neblina cerebral severa» debido a esta intoxicación. Aunque afirmó haberse recuperado de estos síntomas, los expertos médicos señalan que tanto la intoxicación por mercurio como las infecciones parasitarias pueden dejar secuelas duraderas en la función cerebral.
Convulsiones, dolores de cabeza y mareos
Los médicos consultados por ‘The New York Times’ ofrecieron posibles explicaciones sobre el tipo de parásito que Kennedy podría haber albergado en su cerebro, sugiriendo que podría haber sido una larva de tenia porcina, una condición conocida como neurocisticercosis. Esta condición, aunque rara en países desarrollados, puede provocar síntomas como convulsiones, dolores de cabeza y mareos cuando las larvas comienzan a morir y causan inflamación en el cerebro.
A pesar de estos desafíos de salud, Kennedy ha continuado su carrera política con tenacidad y determinación. Sin embargo, su viaje está marcado por momentos de lucha y superación, desde sus problemas cardíacos hasta las complicaciones neurológicas causadas por el parásito y la intoxicación por mercurio.
A sus 70 años, Kennedy es el candidato a la presidencia más joven de los tres que apuntan a ser los definitivos o más considerados (Trump tiene en la actualidad 77 años y Biden 81), una condición que ha tratado de explotar de manera sutil durante estos meses previos a las elecciones de noviembre.
La historia de Robert Kennedy Jr, como la de casi toda su familia, ha estado marcada por la adversidad pero también por la esperanza y la determinación, una suerte de recordatorio del poder del espíritu humano para superar incluso los obstáculos más inesperados.