Qué es el lorazepam y cuáles son los riesgos de esta y otras benzodiacepinas

Qué es el lorazepam y cuáles son los riesgos de esta y otras benzodiacepinas

Programas televisivos como “The White Lotus” y “The Pitt” recientemente han abordado el uso de estos fármacos, conocidos por su potencial adictivo.

El personaje Victoria Ratliff de The White Lotus sostiene un frasco de pastillas abierto y sostiene una pastilla delante de ella.
En la tercera temporada de The White Lotus, Victoria Ratliff (interpretada por la actriz Parker Posey) empieza a sospechar cuando se le acaban las pastillas de lorazepam.Credit…HBO MAX

Victoria Ratliff, la esposa de un rico financiero en la tercera temporada de The White Lotus de HBO, tiene un problema: no para de tomar pastillas.

Y su medicina preferida, el ansiolítico lorazepam, la ha dejado un poco chiflada.

En la serie, que sigue a unos huéspedes que pasan las vacaciones en un complejo turístico ficticio, Victoria combina su medicación con vino, lo que la lleva a cabecear durante la cena. A veces arrastra las palabras.

Cuando se da cuenta de que su reserva de pastillas disminuye misteriosamente, pregunta a sus hijos si se las están robando.

“¿No tienes suficiente lorazepam para pasar una semana en un balneario de bienestar?”, pregunta su hija Piper.

The White Lotus no es el único programa que ha presentado recientemente estas drogas. La nueva serie de Max The Pitt, que transcurre en una sala de urgencias, incluye un argumento sobre una benzodiacepina llamada Librium.

No se trata de que Hollywood se tome libertades dramáticas. Las benzodiacepinas, como el lorazepam y el clordiazepóxido, son conocidas por su potencial adictivo. También pueden provocar síntomas de abstinencia difíciles, a veces mortales.

El uso indebido de benzodiacepinas por parte de los personajes no es infrecuente, dijo Ian C. Neel, geriatra de la UC San Diego Health. “También lo vemos mucho en la vida real”.

Y en los últimos años, añadió, los estudios han demostrado que es un problema mayor de lo que los médicos pensaban en un principio.

Los fármacos, que suelen denominarse benzos o tranquilizantes, se utilizan habitualmente para tratar la ansiedad, los ataques de pánico y los trastornos del sueño, como el síndrome de las piernas inquietas. Pero también pueden utilizarse por otros motivos, como para ayudar a las personas a controlar la abstinencia del alcohol.

Otras benzodiacepinas comunes son el diazepam (Valium), el clonazepam (Klonopin) y el alprazolam (Xanax).

A diferencia de los antidepresivos, que pueden tardar semanas en empezar a hacer efecto, la mayoría de las benzodiacepinas pueden aliviar la ansiedad en cuestión de minutos, lo que puede reconfortar a los viajeros aéreos nerviosos y a quien necesite un alivio rápido de la ansiedad en una situación concreta. Pero si se toman durante periodos más prolongados, los pacientes pueden desarrollar tolerancia a las pocas semanas de empezar a tomar el fármaco, aunque lo utilicen según lo prescrito, dijo Ludmila De Faria, presidenta del Consejo de Salud Mental de la Mujer de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría.

“Ahí es donde la gente se mete en problemas”, añadió, y empieza a tomar más cantidad del medicamento. “La misma dosis ya no elimina los síntomas”.

Además, fármacos como el clonazepam y el diazepam duran más en el organismo que los de acción corta, como el alprazolam. “La gente no se da cuenta”, dijo. “Así que toman varias dosis y se acumula”, lo que puede dar lugar a que la gente “ande por ahí como si se hubiera tomado unos tragos”.

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Un personaje masculino de The White Lotus sostiene un bolso mirando hacia abajo en un frasco de pastillas abierto.
El esposo de Victoria, Timothy Ratliff (interpretado por el actor Jason Isaacs), busca algo para calmar sus nervios.Credit…HBO MAX

Todos estos factores combinados han dado lugar a un amplio consumo indebido de estos fármacos. En 2019, los datos más recientes disponibles, se calcula que las farmacias dispensaron 92 millones de recetas de benzodiacepinas, según la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA por su sigla en inglés). Las investigaciones indican que estos fármacos se recetan con mayor frecuencia a adultos de entre 50 y 64 años.

En 2020, la FDA actualizó la información facilitada a prescriptores y pacientes sobre todas las benzodiacepinas para advertir sobre los riesgos de dependencia física, reacciones de abstinencia, uso indebido, abuso y adicción.

Idealmente, estos peligros se explican al paciente antes de que tome su primer comprimido. Pero no siempre ocurre así. E incluso si un paciente recibe el asesoramiento adecuado, “una cosa es decirlo y otra experimentarlo”, dijo Neel.

Dijo que a menudo ve a pacientes que ya están tomando un cóctel de otros medicamentos y no comprenden los peligros de combinar las benzodiacepinas, que son depresores, con otros fármacos que también tienen efectos sedantes, como los somníferos o el Benadryl.

Y si vas a beber alcohol o consumir cannabis, es mejor que no haya ninguna benzodiacepina en tu organismo. Cuando la gente combina sustancias que tienen un efecto depresor, puede llegar a interferir en su respiración.

La población geriátrica a la que trata Neel es especialmente vulnerable, porque las benzodiacepinas se metabolizan de forma diferente a medida que envejecemos, añadió, y permanecen más tiempo en el organismo. En consecuencia, las personas mayores que las toman pueden ser más propensas a sufrir caídas o accidentes de coche. Los fármacos también pueden provocar delirios en pacientes que padecen demencia.

Pero los medicamentos pueden ser arriesgados para personas de cualquier edad, razón por la cual suelen recetarse para un periodo corto de tiempo —normalmente cuatro semanas o menos— y se consideran un último recurso para tratar una enfermedad crónica, dijo Neel.

Un estudio de 2019 descubrió que casi el 20 por ciento de las personas que toman benzodiacepinas abusa de ellas. Si alguien desarrolla una dependencia, dejarlo puede ser difícil, en parte debido a los intensos síntomas de abstinencia.

Estos síntomas pueden incluir alteraciones del sueño, irritabilidad, sudoración, palpitaciones, tensión arterial elevada y problemas estomacales como diarrea.

El abandono gradual de la droga debe hacerse con suavidad, idealmente bajo la supervisión de un médico.

Es “casi como aterrizar un avión, con un descenso gradual”, dijo John Torous, psiquiatra del Centro Médico Beth Israel Deaconess de Boston.

Mientras esto ocurre, añadió, el paciente puede probar distintos métodos para dormir más y hablar con un terapeuta sobre estrategias que le ayuden a controlar la ansiedad.

Además, existen otros medicamentos, como la clonidina, que pueden utilizarse para tratar la ansiedad y también ayudar con cualquier síntoma de abstinencia.

Al final, siempre es más eficaz intentar identificar y abordar la causa fundamental de la ansiedad, añadió Torous. “Las benzodiacepinas te proporcionan un alivio rápido en el cerebro, pero un día desaparecen y ese alivio rápido desaparece”.

Christina Caron es reportera del Times y cubre salud mental. Más de Christina Caron